Wednesday, March 02, 2016

Spiritual Sharing February 2016

Mon 20160201
La palabra del Señor llegó a mí en estos términos:

"Antes de formarte en el vientre materno, yo te conocía; antes de que salieras del seno, yo te había consagrado, te había constituido profeta para las naciones".

En cuanto a ti, cíñete la cintura, levántate y diles todo lo que yo te ordene. No te dejes intimidar por ellos, no sea que te intimide yo delante de ellos.

Mira que hoy hago de ti una plaza fuerte, una columna de hierro, una muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes de Judá y a sus jefes, a sus sacerdotes y al pueblo del país.

Ellos combatirán contra ti, pero no te derrotarán, porque yo estoy contigo para librarte -oráculo del Señor-" (Jeremías 1,4-5.17-19).

Tue 20160202
Paréceme será bien dar aquí algunos avisos para las que de vosotras, hermanas, el Señor ha llegado aquí (la oración de quietud o la unión íntima con Dios) por su sola bondad, que sé que son algunas. El primero es, que como se ven en aquel contento y no saben cómo les vino (al menos ven que no pueden ellas por sí alcanzar), dales esta tentación: que les parece podrán detenerle (retener aquel contento), y aun resolgar no querrían. Y es bobería, que si así como no podemos hacer que amanezca, tampoco podemos que deje de anochecer; no es ya obra nuestra, que es sobrenatural y cosa muy sin poderla nosotros adquirir. Con lo que más detendremos (retendremos) esta merced es con entender claro que no podemos quitar ni poner en ella, sino recibirla como indignísimos de merecerla, con hacimiento de gracias, y estas no con muchas palabras, sino con un alzar los ojos con el publicano (Santa Teresa de Jesús, Camino de Perfección 31, 6).

Wed 20160203
Y advertid mucho a esta comparación, que me puso el Señor estando en esta oración (la oración de quietud), y cuádrame mucho: está el alma como un niño que aún mama cuando está a los pechos de su madre, y ella, sin que él paladee, échale la leche en la boca por regalarle. Así es acá, que sin trabajo del entendimiento está amando la voluntad, y quiere el Señor que, sin pensarlo, entienda que está con Él y que sólo trague la leche que Su Majestad le pone en la boca y goce de aquella suavidad, que conozca le está el Señor  haciendo aquella merced y se goce de gozarla; mas no que quiera entender cómo la goza y qué es lo que goza, sino descuídese entonces de sí, que quien está cabe ella no se descuidará de ver lo que le conviene. Porque si va a pelear con el entendimiento para darle parte trayéndole consigo, no puede a todo; forzado dejará caer la leche de la boca y pierde aquel mantenimiento divino (Santa Teresa de Jesús, Camino de Perfección 31, 9).

Thu 20160204
Yahvé le dirá a Ezequiel, quien tuvo éxito en el mundo con su forma visionaria de expresión: "Escuchan tus palabras, pero no las cumplen". El verdadero fracaso, no es el rechazo del mundo, sino el alejamiento de Dios. Dios se hace presente en nuestros logros, pero también en nuestro dolor y fracaso, porque al acoger a Dios, nuestra rehabilitación sólo puede venir de Él: es más fácil ver a Dios en medio de nuestra debilidad porque al menos no podemos dudar que lo que tenemos no es nuestro, que no somos nosotros los que salimos adelante. Si confiamos de verdad en Dios, el dolor y el fracaso tiene un potencial evangelizador sin precedentes.

Dios nos da una Misión, un sentido a través de nuestros fracasos para entrar en contacto con la hoguera de nuestras vanidades y nos enseña a ser humildes. Dios se manifiesta en la debilidad para expresar su propia grandeza. Ser burro y apaleado al servicio del amor es un camino muy certero para descubrir el rostro de Dios mismo, porque SIEMPRE es posible seguir amando (anotaciones de una charla de Dolores López Guzmán sobre "Dolor y fracaso en la Biblia").

Fri 20160211
"Sea hecha tu voluntad; y como es hecha en el cielo, así se haga en la tierra" (Mateo 6, 10). Cuando yo pienso en esto, gusto de los que dicen no es bien pedir trabajos al Señor, que es poca humildad. Y he topado con algunos tan pusilánimes (sin ánimo de hacer cosas importantes), que aún sin este amparo de humildad no tienen corazón para pedírselos, que piensan luego se los ha de dar. No hablo en los que lo dejan por humildad, pareciéndoles no serán para sufrirlos; aunque tengo para mí que quien da amor para pedir este medio tan áspero para mostrarle, le dará para sufrirlos. Querría preguntar a los que por temor no los piden de que luego se los han de dar, lo que dicen cuando suplican al Señor cumpla su voluntad en ellos, o es que lo dicen por decir lo que todos, más no para hacerlo (Santa Teresa de Jesús, Camino de Perfección 32, 3).

Fri 20160219
Nuestras sombras nos alejan de nosotros y de los demás. Las intentamos ocultar para no verlas ni permitir que otros las vean. Sin embargo, ocultarlas no impide que formen parte de nosotros, que se acoplen en nuestro subconsciente. La contemplación nos hace convivir con nuestras sombras, desasosiegos, sin buscar razones o motivos, en presencia de nuestra mente que no para de hablar y pensar. Contemplar es estar con el dolor, con nuestros sentimientos y experimentar la compañía y la mirada de Dios. La contemplación necesita de la actitud de desear estar con Dios y aprender a convivir con el sufrimiento. Acoger nuestra tristeza, desconcierto, nuestros miedos e inseguridades, sin deseo de huir de ellos, sin esperar nada a cambio.

Jesús quiere que acertemos a ser felices. Nos da pistas, se nos examinará del amor. Que en los encuentros con los demás, podamos ver nuestro encuentro con Dios mismo. Rescatar la consciencia de la realidad y contemplarla con los ojos de Dios. Dejarnos impregnar de la lucidez de ser conscientes de la presencia de Dios en toda la realidad.

Se portaron estupendamente. Siguen un camino ya bien trazado. Que te vaya muy bien. Ayer Exxx disfrutó mucho. Tendrás que buscar una ocasión en la que seas tú quien lo haga.

Hoy me quedo con la sensación de que todo lo bueno que hago por Exxx es como si se lo hiciera a Sxxx y todo lo bueno que hago por Sxxx es como si se lo hiciera a Exxx.

Mon 20160222
Ahora asumo la autoridad espiritual que no es mía, pero que tú me diste, sobre mi comunidad. Asumiendo esta autoridad espiritual, digo:

Perdón Señor, por los pecados de la comunidad que me diste. Los asumo sobre mí, como tú asumiste sobre ti los de tu pueblo y los de la familia, que el Padre te dio. Tú fuiste hasta la cruz y derramaste Tu Sangre por esta familia. Señor, te pido perdón por todos los pecados de pensamientos, de juicios, de palabras, de sentimientos, de emociones que –por mi culpa o sin ella– mi comunidad cometió.

Te pido también perdón por todas las omisiones de mi comunidad. Por todo aquello que mis hermanas y hermanos queridos, hicieron ofendiendo tu Corazón, disgustando e hiriendo a los demás.

Hoy  rompemos con el pecado, ya no queremos seguir este camino. Mi comunidad y yo, ya no queremos ser una "hija apóstata". Ya no queremos quedarnos vagando por caminos errados, por los caminos de la tentación, resbalando en el desamor y dando apertura a él.
Sabemos de nuestra fragilidad, Señor, pero firmes en la fe, firmes en tu poder, en el poder de tu cruz, hacemos esta proclamación: "Mi comunidad y yo rompemos con el pecado". Mi Señor y mi Dios, lávanos ahora con tu Sangre preciosa. Lava toda mi comunidad a todos aquellos que bondadosamente me diste.

Tue 20160223
A veces nos quedamos en las cunetas, apartados del camino como el ciego Bartimeo (ciego de Jericó). Aunque ciego, es el que mejor entiende. Sus discípulos no se enteran. Para poder seguir a Jesús y salir de la cuneta es necesario dar un salto, tomar impulso, hacer una opción decidida.

Thu 20160225
La iglesia no crece por proselitismo, sino por atracción y contagio. El amor y el enamoramiento nos llena de alegría, son contagiosos y atrayentes, nos hace dar saltos cualitativos por encima de lo que atisbamos de lo que nosotros mismos somos capaces.